domingo, junio 13, 2010

vaivén en realidad

"Tiene la cabeza llena de ideas, secretas ideas, incluso son una incógnita para su conciencia misma" escuchó, que algún conocido decía a sus espaldas. El tiempo lo acostumbró a saberse útil, útil como el calendario de tres o cuatro años atrás, o la música de un día como hoy. Saberse feliz, como nadando en el mar de preguntas sin respuesta, como libre caminante de una calle sin salida, o simplemente feliz de ser.
Eternas horas le llevó escuchar el correr del tiempo, apurado, ágil, casi imperceptible, pero real y presente tiempo. El que supo dejarlo atrás, que supo ignorarlo y demostrarle que un atado de parissiens vale mucho más que el calor humano que creyó tener a su lado.
¿Quién sabrá qué traman los cables dentro de la cabeza de aquel pobre extraño?, aquél pobre que aún cree en el calor verdadero. Aquel de ideas secretas envuelto en melodías intrascendentes. Una vida falta de su sentido esencial, no más sentido que la de una boya inmersa en el mar, simplemente permanecer (de la forma más literal posible). Tan antiguo como las lágrimas, cree estar ausente en su hoy, cuando en realidad es él quien debe tomar las riendas y desenmarañar las ideas que esconde en ese frasco que le gusta llamar "cabeza", su caja de Pandora.
Siempre hay un día más para averiguarlo, mientras tanto su incoherencia le nutre los huesos y lo mantiene estable en la marea-.

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