viernes, julio 31, 2009

"tengo un plan"

Hoy conocí a una adulta de 5 años, increíble pero cierto. Llegó a sorprenderme la claridad con la que veía las cosas que transcurrían a su alrededor. Fatima era su nombre, y después de conversar un rato pensé interiormente "debería ser actriz", por la forma en que se expresaba y la capacidad que tenía para imitar a otras personas, grandes o pequeñas, existentes o no, compañeritas de jardín, incluso a mí. Primero pasaba por al lado con su total indiferencia, pero con el tiempo fuimos entablando una de esas amistades fugaces pero maravillosas que uno comparte con personitas de su edad. "Tengo un plan", me decía cada vez que me alejaba. Y ese iba cambiando con el tiempo, durante todo el rato que compartimos trajo nuevas ideas para implementar, una imaginación increíble que me transportó a las épocas en las que yo vivía historias similares, llenas de planes "a, b y c", saludos y códigos secretos, y apodos como el que compartimos nosotras, "chicas super-sabias". A veces perdemos esa capacidad de crear historias, imaginar escenas y de tal vez complementar ambos factores. El hecho es que cuando se estaban por ir me contaron un dato muy relevante en todo este asunto que estoy relatando... Fati sí era actriz, y claramente tenía facilidad para eso. Fue la primera pequeña gran artista con la que tuve el lujo de compartir una aventura, me divertí tanto escuchando sus vivencias en el jardincito, con sus compañeritas "Felicitas, Delfina, Candela y Candela", y su "se me ocurrió una idea". Nunca pierdo mi capacidad de asombro, no me arrepiento y disfruto esos momentos llenos de sencillez y sabiduría, en este caso de la mano de mi amiga super-sabia.
(la personita de la foto es Amèlie Poulain y uno de sus pacientes verdes)

jueves, julio 30, 2009

Sólo escucha

La música completa todos mis sentidos, llena mis oídos así como mis ojos y boca. El placer que transmite esa tranquilidad, esa relajación y un nivel de perfección combinado con la total simpleza de las notas que acarician mi cabeza agobiada de preocupaciones. Debería existir alguna forma de conseguir que esa melodía nos acompañe de manera continua, en cualquier actividad, incluyendo cuando dormimos, incluso cuando reimos, sin darnos cuenta de lo bien que nos hace. Encontrar la manera en que ella nos ayude a reconciliarnos con nosotros mismos y nuestro entorno. Resulta ser esa sensación de paz la que nos ayuda a sobrevivir, esa que nos transmite la música en este caso, pero que también es cercana a nosotros por medios que a veces son siquiera percibidos. Volviendo a la música puntualmente, los sonidos colorean de una forma extraña el frío gris de nuestra realidad. Le dan la temperatura necesaria para convertirla en nuestro abrigo, el aroma que completa las fragancias mas amenas. Es un viaje de ida y tal vez vuelta, nos transporta y con ella adquirimos la capacidad de flotar inconcientemente. Agilliza nuestra percepción para con nosotros y ellos, nos transforma y advierte el estado que estamos transitando. Es increíble que sea concretada por los seres más perfectos e imperfectos a la vez.
"Come on monsters, you don't have to cry, we can be happy!"

miércoles, julio 29, 2009

F.Y.A.

La gente tiene esa sabiduría superficial para encontrarle la quinta pata al gato. No importa cuánto sea lo que se esfuerce uno, siempre está ahí presente, corrompiendo nuestro equilibrio emocional y físico. No importa lo mucho que uno sacrifique ni lo complicado que le pueda resultar y aún así termine eligiendo el camino correcto, los espectadores más cercanos siempre van a encontrar esa falla dentro de la labor que conforma al ser humano. Fuck u all-

Azar y destino

Todos los días incrementa en mí esa capacidad que me caracteriza de complicar las situaciones. Podría simplemente actuar, dejarme llevar por mi intuición o algo que se asemeje, pero en cambio soy de ese tipo de personas que tienden a pensar todo detalladamente, absorbiendo de las ideas que pasan volando fugaces por mi cabeza lo mayor posible. Me es casi imposible pensar todo sólo el tiempo que le corresponde. Y más aún llego a plantearme quién determina el tiempo que cada situación planteada merece que se le dedique. Sería para mi como una especie de dote maravilloso alcanzar el manejo de esa convulsión generada por lo que acontece de manera externa, y lo que está transcurriendo de forma paralela dentro de mi. Tanto la cabeza como los sentimientos me juegan una mala pasada, empiezo a sentir como en pocas situaciones que el conflicto me supera y no puedo controlar lo que normalmente se mantiene estable de manera independiente a mis actos. No tengo interés en sentirme aún más asfixiada ni exigida tanto por el entorno como por mi misma. Creo que voy a dejar que la Tierra siga girando como de costumbre y mis pensamientos se esfumen con el correr del tiempo. Un camino tan simple como agobiante, pero que espero llegue a dar algún resultado dentro de los planteados como alternativos.

martes, julio 28, 2009

I need some fine wine

El insomnio definitivamente nos gana con frecuencia. ¿Nos cuesta dormir porque tenemos muchas cosas en la cabeza?, ¿tenemos muchas cosas en la cabeza y Ella se quiere tomar el lujo de acomodarlas cuando nos encantaría estar soñando con conejitos de color rosa que caminan por el cielo?, ¿puede llegar alguien a ser tan injusta? por favor que broma pesada nos está jugando nuestra compañera, la que dice de ser nuestra "guía" y encargada de nuestro equilibrio. Si el equilibrio responde a sus ordenes creo que tengo un problema, o varios mejor dicho. Si mi orientación responde de igual manera a lo que Ella dicta creo que la lista de problemas aumenta. Y si para colmo las decisiones que tomo son dictadas por Ella también, ¡qué complicada que estoy!. El alplax pasa a ser una opción de radical importancia, y saumerios que acompañen con un poco de The Cardigans conformarían el clima ideal. Es de esos momentos en los que me arrepiento de tomar esa taza de café mientras leía un libro de Marta Zátonyi, provocando ese nivel de aceleración que a esta altura, 03:40 AM, no estoy pudiendo manejar. "I need some fine wine".

I'll see you on the dark side of the moon

"I've always been mad, I know I've been mad, like the most of us...very hard to explain why you're mad, even if you're not mad..."

La marea

Es duro llegar a ese punto donde nuestra cara choca directo contra la pared, o cuando nos chocan la cara contra ese muro donde la verdad aflora de manera sorprendente. Es duro afrontar la realidad y más aún mirarse al espejo y encontrarse con uno mismo, lo que se es y lo que no deberá ser más. Es también de igual manera complicado llevar a cabo el cambio, concretar ese momento donde uno se convierte en lo que debería ser. "Si te hace feliz no puede ser tan malo", dicen los pocos que se encuentran y se entienden como superados, que lograron superarse a sí mismos y vencer esa barrera que todo el mundo se pone automática e inconcientemente. Es lindo poder afirmar eso que implica el "yo puedo", sentirse capacitado para manejar aquellos problemas que tiempo atrás uno los daba como imposibles. Pero esa frase también confunde, entre todo lo que aclara, confunde sobremanera. Debería existir algún tipo de bola de cristal que nos oriente, una brújula que nos indique hacia donde caminar, algún angel de la guarda que nos diga lo que está bien o mal. Pero no, no existe, y nos encontramos sumergidos en este mar de incertidumbres, lleno así de facilidades como también de complicaciones. Es sólo cuestión de empezar a nadar y así llegar a la orilla, conseguir de alguien cercano a nosotros que nos facilite un bote salvavidas que nos ampare, o simplemente conseguir un soporte y esperar que la marea nos acerque, que claramente es el camino más fácil pero más abrumador... Pasaríamos miedo, frío y seguramente lleguemos a sentirnos solos.

lunes, julio 27, 2009

Alternativa

Las imágenes pasan a través de nuestros sentidos como mensajes irrefutables, alcanzan llenarnos con todo ese misterio que envuelve infinita cantidad de caminos posibles. Pueden ser analizadas por nosotros de diversas maneras, cada uno encuentra su veta posibilitada por el recorrido que sus pensamientos caminan y decide con qué cristal ver lo que está mirando. Es sólo cuestión de tiempo y práctica entender qué es lo que estamos viendo, queremos o esperamos ver. Cada persona vive una realidad, o tal vez todos la misma pero ubicados en diferentes roles; asimila su entorno de determinada manera y decide cómo continuar según su propio criterio. Muchas, la mayoría de las veces, resulta complicado encontrar ese criterio que nos corresponde, no sabemos cuán lejos nos llevará ni si es el apropiado. Las imágenes son el punto de expresión que parte desde un emisor y cada receptor elige como interpretarlas. Lo ideal es conseguir esa perfecta interacción, donde el espectador pasa a formar parte de la escena, entiende partiendo desde la vivencia de qué se está hablando, y responde también desde esa postura. Todas estas imágenes, sobre todo las fotografías, son un paralelo de lo que vivimos, una forma explícita alternativa de ver las cosas. Sólo espero esa capacidad de compenetrarme con lo que haga, y vivir esa mirada alternativa en su plenitud.

Pájaros en la cabeza

A veces es simplemente "ceder", darle al público de la primera fila eso que tanto espera y por lo que pagó su entrada en una posición tan cercana al escenario. El problema resulta cuando los del lado izquierdo de la fila esperan que la historia desemboque de una manera, los de la derecha de otra, y el mismo director de la obra sabe que va a terminar en una totalmente distinta. Es difícil el lugar del actor que posee el papel protagónico en esta escena, ya que le importa tanto cumplir su trabajo y concretarla como el director exige, como también le parece que la que él sugirió al escribir el guión no estaría tan errada. Y aunque considera que los finales sugeridos por los espectadores no tienen el mismo nivel de relevancia que los mencionados anteriormente, y no los considera como posibles, siente que su cabeza a cada palabra se retuerce un poco más, y espera que la usen para un truco de magia o algo por el estilo. Que digan alguna palabra misteriosa y salgan pájaros de la cabeza, o tal vez simplemente se la desaparezcan (facilitándole al actor el trabajo de pensar aquellos planteos que parecen retorcérsela aún más). O tal vez la usen sólo para ser multiplicada como aquella criatura de unas cuántas cabezas que si son cortadas crecen otras en su lugar; o volarla en mil pedacitos, y que partes de sus recuerdos caigan por todos lados, distintos lugares del mundo, inunden la realidad del resto de las personas con memorias limpias, frescas, llenas de vivencias interesantes como otras tantas aburridas, y manchen con sus pensamientos coloridos la materia gris que sobresale de aquellas cabezas grandes y autoexigidas. El actor sólo sabe que seguramente cumplirá el papel como corresponde, (según es dictado desde un nivel un poco más alto que el suyo), y que cuando este acto finalice empezará a correr, lo más lejos que pueda, hasta donde sus piernas lo decidan. Sabe que seguramente su destino tendrá aire fresco, aromas que lo desconcierten y toda la gama de colores absorbida por cada uno de sus sentidos, convirtiéndolo a él en algún tipo de ser sinestésico, pero libre, completamente libre y lleno de pensamientos que posean la misma cualidad que él en su estructura íntegra.

sábado, julio 25, 2009

Vida

Me encanta visitar ferias americanas, aquellas casas de ropa usada, comprada por algún desconocido, que tal vez sea conocido y yo me mantenga al margen de esa verdad. Prendas y zapatos que seguramente, de noche cuando la luz se apaga y la puerta se cierra, recobran su vida y tienen su civilización conformada por papeles similares a los que jugaron las personas que alguna vez las vistieron. Llevan una historia detrás, y les queda mucho por recorrer, de cualquier origen y nacionalidad, se prestan contentas a ser usadas por otro nuevo extraño que seguramente en un futuro las devolverá a su tienda de pertenencia. "Objetos de nadie" que saben combinarse entre sí, independiente a la interferencia de la acción humana, acomodándose de noche para agasajar al público en la mañana siguiente. Silenciosos y atentos, nos deslumbran con su brillo que a veces pasa desapercibido por la mirada de la sociedad actual. Se ajustan cómodamente a nuestras necesidades, y saben cómo complacernos, con esa combinación perfecta entre silencio y total sinceridad. Cada uno de los integrantes de esta banda llamada "feria" cumple un rol importante e irreemplazable dentro del correcto funcionamiento del sistema... Se reunen y delegan responsabilidades, se organizan para tomar democráticamente las decisiones importantes, se apoyan los unos a los otros y comparten sus alegrías con el resto de sus compañeros. Por eso elijo conservar mi capacidad de asombro, y descubrir estos mundos tan al alcance de mi imaginación, que me pueden transportar en un abrir y cerrar de ojos y me acompañan en esa "realidad" que se considera tan cierta.

Día y noche


"Mantener siempre el objetivo presente", una de las pocas cuestiones que nos sostienen a los sobrevivientes y consiguen el balance necesario entre los picos de euforia y de desánimo. Claramente del dicho al hecho hay largo trecho, y muchas veces los seres humanos nos dejamos llevar por el impulso, corremos al ritmo que corresponde a nuestro entorno, o tal vez es simplemente una cuestión de elegir lo que sabemos como equivocado o dejar de lado concientemente los objetivos pautados por nosotros mismos. El caso es saber diferenciar entre el placer que nos corresponde como personas y el que nos atribuímos nosotros de manera superficial o intrascendente en cuanto a la funcionalidad de nuestro proyecto de vida. Nos resulta casi automático mentirnos a nosotros mismos cuando sabemos que algo debería ser del modo que no nos gustaría vivir, por lo que nuestro rol dentro de la vida en comunidad a veces se torna conflictivo ya que la mentira traspasa el límite entre lo interno y lo externo, esa división imaginaria pero real que cada uno se plantea y decide llevar a lo largo del transcurso de su vida. No es más que prueba y error, la mayoría de las veces más error que resultados positivos. Millones de estos errores cometidos en tan solo un día y el mundo sigue girando correctamente.

viernes, julio 24, 2009

Otro ángulo, la misma escena

Los sueños son realmente momentos vividos que creemos imaginarios, segundos que consideramos perdidos, irreales, pero que coexisten con lo que vivimos mientras estamos despiertos. No dejan de acompañarnos y muchas veces son siquiera recordados. Pero estan allí, tan ciertos como bizarros la mayoría de las veces, transportándonos a donde quisieramos ir o nuestra cabeza pueda llevarnos. No dejan de asombrarnos, vivimos constantemente negándolos como posibles y los dejamos para el segundo plano que creemos les corresponde. Pero no, son otra perspectiva no tan lejana a la del día a día ni tan agoviante como la que a menudo puede tocarnos vivir. Son piezas perdidas y encontradas del rompecabezas que armamos en el trayecto transitado, piezas que poco a poco mientras son agrupadas conforman esa coherencia y tal equilibrio que cada uno de nosotros espera alcanzar. Ni tan ausentes, ni tan extraños, configuran nuestra existencia y ayudan a que despertemos con esa paz que creemos casi inexistente a la hora de emprenderlos. En ese momento comenzamos una nueva historia, nos orientamos hacia otro objetivo y amanecemos con esa inconciente capacidad de transformar la realidad y capturar un ángulo diferente dentro de la misma escena.

Ellos, ellas

¿Qué pasó con el tiempo que se decidió a andar apurado? Los segundos, minutos, horas y días ya no eligen pasar lentamente, desfilar frente a nosotros (como buenos espectadores que somos), obligarnos a disfrutarlas en su mayor esplendor, sin importar cuánto tardará en llegar el día que vendrá después de darse por finalizado este momento. Para empezar, las horas en el instante que empezaron a sentirse ignoradas completamente por la mayoría de las hormigas que vivimos en el planeta Tierra, decidieron que ya no tenían el compromiso de rendirse "extras" y cansadas, abrumadas por la exigencia del público, empezaron a darse por vencidas. Ya nadie frena para contemplar aquellos pequeños detalles, que "quién sabe quién" puso al alcance de nuestras manos. Sólo se invierte el tiempo en conseguir más dinero, y tal vez aunque suene un tanto redundante, aún más tiempo. Se busca correr para llegar a horario, vivir o acelerar el trayecto que cada uno recorre en la vida y así también conocer el misterio en el que desemboca. Acelerar todos los procesos que se suponían naturales para obtener un avance... ¿avanzar en qué aspecto? hagamos una encuesta y seguramente nadie podría definir con claridad qué es lo que se anda buscando con aquellos "avances". Tantos progresos superficiales, facilitar cada día un poco más el trabajo del ser humano y destruir el intento de naturaleza que queda entre nosotros. A cada segundo que pasa se desvaloriza un poco más la capacidad de realizar y concretar que nos es atribuída al ingresar en el sistema. Deberíamos detenernos un minuto y elegir qué es lo que realmente queremos para nuestro lugar, el que nos toca o elegimos para vivir, el que completa el fondo blanco y cumple el papel de la voz en off para nuestras vidas. Nunca nos sentiremos completos si los objetivos que anhelamos cumplir se basan en los accesorios más que en la esencia de lo que nos espera.