miércoles, julio 29, 2009

Azar y destino

Todos los días incrementa en mí esa capacidad que me caracteriza de complicar las situaciones. Podría simplemente actuar, dejarme llevar por mi intuición o algo que se asemeje, pero en cambio soy de ese tipo de personas que tienden a pensar todo detalladamente, absorbiendo de las ideas que pasan volando fugaces por mi cabeza lo mayor posible. Me es casi imposible pensar todo sólo el tiempo que le corresponde. Y más aún llego a plantearme quién determina el tiempo que cada situación planteada merece que se le dedique. Sería para mi como una especie de dote maravilloso alcanzar el manejo de esa convulsión generada por lo que acontece de manera externa, y lo que está transcurriendo de forma paralela dentro de mi. Tanto la cabeza como los sentimientos me juegan una mala pasada, empiezo a sentir como en pocas situaciones que el conflicto me supera y no puedo controlar lo que normalmente se mantiene estable de manera independiente a mis actos. No tengo interés en sentirme aún más asfixiada ni exigida tanto por el entorno como por mi misma. Creo que voy a dejar que la Tierra siga girando como de costumbre y mis pensamientos se esfumen con el correr del tiempo. Un camino tan simple como agobiante, pero que espero llegue a dar algún resultado dentro de los planteados como alternativos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario